LA GUERRA DEL FLANDES
DESPERTA FERRO – HISTORIA MODERNA
Codice: 590R002001
€ 8,00
Ora regolarmente disponibile questo periodico in lingua spagnola con interessanti articoli ampiamente illustrati.
- Los orígenes de la Guerra de Flandes por Davide Maffi (Universidad de Pavía). Felipe II heredó un territorio donde la autoridad real era cada día puesta en duda por parte de los órganos representativos. Un “país” que había padecido enormemente por las continuas guerras del emperador y que se veía arruinado debido al imparable aumento de la fiscalidad, y donde la herejía, que ya se había manifestado desde los años veinte, había empezado a difundirse libremente.
- El embajador, el gran duque y Flandes en el Diario secreto por Alfredo Alvar Ezquerra (CSIC). Hans Khevenhüller, embajador imperial ante Felipe II y Felipe III pudo conocer de forma muy cercana, dada su privilegiada posición, los acontecimientos que rodearon a la Guerra de Flandes. Del jugoso diario secreto que mantuvo de forma paralela a su trabajo oficial se extrae un interesante cambio de actitud en cuanto a sus simpatías por uno u otro bando.
- Estrategia, tácticas y organización de las tropas rebeldes holandesas (1566-1590) por Erik Swart (Universidad de Ámsterdam). La primera fase (de 1566 a 1590) de la Guerra de Flandes, o Guerra de los Ochenta Años, ha despertado y continúa despertando mucho interés; interés, sin embargo, no especialmente enfocado en los aspectos militares y, en todo caso, centrado en el bien conocido Ejército de Flandes de Felipe II. En cuanto a los rebeldes, da la impresión de que hasta las reformas de Mauricio de Nassau el torno a 1590 no podemos hablar de un ejército holandés propiamente dicho, ejército que, como es obvio, no pudo haber surgido de la nada. Con ilustraciones de Pablo Outeiral.
- Poner una pica en Flandes por Antonio José Rodríguez Hernández (UNED). Enviar un soldado a Flandes no era fácil, ya que la empresa representaba una enorme dificultad logística, técnica y humana para la época. A pesar de ello, a lo largo de más de 150 años los soldados españoles siguieron llegando a Flandes, ya fuera por tierra o por mar, independientemente de las tensiones, guerras o problemas logísticos.
- La batalla de Jemmingen por Julio Albi de la Cuesta. La batalla de Jemmingen, aunque una aplastante visoria para las tropas hispánicas del duque de Alba, se sitúa en la primera de las interminables campañas de Flandes que, bajo una forma u otra, durarían más de un siglo y acabarían por desangrar en hombres y en recursos a la Monarquía Hispánica. Ilustrado por Ángel García Pinto.
- El sitio de Amberes, 1584-1585 por Eduardo De Mesa Gallego (University College Dublin).En julio de 1584, Alejandro Farnesio, gobernador general de Flandes, comenzó una de las operaciones más largas y complicadas de la Guerra de Flandes: el sitio de Amberes. Sin duda alguna, se puede afirmar que esta expugnación fue la más importante de las realizadas por las tropas de la Monarquía Hispánica. Farnesio, con la toma de la ciudad flamenca, delimitó en gran parte la frontera entre los Países Bajos católicos y las Provincias Unidas, confines que han permanecido más o menos constantes hasta hoy día. Ilustración central por Rocío Espín Piñar.
- La Verdadera Destreza de las Armas o el camino de la espada del hidalgo español por Alberto Bomprezzi. En la España del siglo XVI se desarrolló el único método de análisis del combate con armas blancas, que fue conocido con el nombre de Verdadera Destreza de las Armas. Inventado por don Jerónimo Sánchez de Carranza y desarrollado por don Luis Pacheco de Narváez, se convirtió en el método de referencia en España y sus colonias durante dos siglos.
- Los corsarios de Dunquerque por Magdalena de Pazzis Pi Corrales (UCM). Existe la convicción de que en España nunca existieron corsarios, pues no “cabía en el concepto del honor de los españoles”. Quizá porque hay exhaustiva y predominante información sobre corsarios y piratas ingleses, franceses y holandeses, se desconoce de otros que estuvieron contratados por la Monarquía Hispánica. Sin embargo, no podemos olvidarnos de los corsarios españoles de las posesiones americanas, del norte peninsular y de los dunquerquenses quienes, con base en el puerto del que tomaron su nombre, un fondeadero perteneciente al Flandes español desde 1583, actuaron con gran efectividad al servicio de la Corona española.
- Servicio de inteligencia y guerra en Flandes (1566-1621) por Miguel Ángel Echevarría Bacigalupe (Universidad del País Vasco). La Guerra de Flandes, por su creciente complejidad y duración, obligó al rey de España a organizar un servicio de inteligencia que, partiendo casi de cero y en un entorno hostil, hubo de adecuarse a las necesidades estratégicas de la monarquía.
Lingua
SPAGNOLO
Illustrazioni
interamente illustrato
Pagine
68
ISBN