590R001079.jpg
590R001079.jpg

DF ANTIGYA Y MEDIEVAL N.79 - TRAJANO Y LAS GUERRAS DACICAS

Codice: 590R001079

€ 8,00

En la primavera del año 101 el emperador Trajano dio comienzo a la primera de sus guerras dácicas, destinada a neutralizar, de forma permanente, la amenaza que el Estado dacio y la entente conformada a su alrededor suponían para los intereses geopolíticos y estratégicos del Imperio romano e, incluso, para su mera presencia en la Europa danubiana y póntica. Durante los conflictos sostenidos en 69-70 y 85-89, el reino dacio y sus socios habían demostrado tener el potencial necesario para tratar de desplazar al poder romano de la región, así como para poner en marcha un verdadero proyecto expansionista al sur del Danubio. Aunque también contribuyó a debilitar seriamente a parte aliados de Dacia en el curso alto del Danubio, la principal aportación de las operaciones llevadas a cabo por Domiciano en la zona (85-93) fue evitar la pérdida de territorio romano, así como ganar tiempo de cara a un necesario cambio en la estrategia con la que se estaba afrontando el desafío. Cuando Marco Ulpio Trajano accedió a la púrpura en el año 98, la cuestión seguía evidentemente abierta. A ojos de los estadistas romanos resultaba evidente que la única solución permanente posible al “problema dacio” pasaba por la desarticulación violenta de la entente dácica y, sobre todo, por la conquista y destrucción del Estado dacio, reafirmando y consolidando la hegemonía romana sobre la región y sus inmediaciones en el proceso. Serían necesarios dos breves pero intensísimas contiendas en 101-102 y 105-106, jalonadas de sangrientos enfrentamientos campales, difíciles asedios, y hasta insospechadas batallas navales, para que Roma se alzara finalmente triunfante, en un dilatado duelo que cambiaría para siempre la faz de la Europa oriental.

trajano guerras dácicas imperio romano

Escalada bélica en el espacio danubiano por Florian Matei-Popescu (Institutul de Arheologie “Vasile Pârvan”)

Paso a paso, durante el principado de Augusto, el Danubio tornó en frontera del Imperio romano. El ejército de Macedonia fue puesto bajo el mando de un legatus Augusti pro praetore y se desplazó al norte. En consecuencia, a inicios del imperio de Tiberio se formó una nueva provincia en la región: Mesia. A la primera consolidación del poder romano en el espacio danubiano le sucedería, desde los años 68-70, un periodo de creciente conflictividad en la región, desencadenado por el pulso geoestratégico planteado por el Estado dacio y sus aliados, que desembocaría en varias contiendas a gran escala (85-97) en tiempos de Domiciano y Nerva, las cuales sentaron las bases de las inmediatamente posteriores Guerras Dácicas de Trajano.

 

trajano guerras dácicas imperio romano

El Estado dacio, de Burebista a Decébalo por Valeriu Sîrbu (Institutul de Arheologie “Vasile Pârvan”)

Desde el siglo II a. C. hasta la primera mitad del siglo I a. C., el mundo de los geto-dacios pasó por una profunda reestructuración, impulsada tanto por causas exógenas como endógenas. El crecimiento demográfico, el consiguiente desarrollo de asentamientos protourbanos y urbanos de tipo davae, contactos comerciales en aumento, cambios de orden socio-político y cultural, así como innovaciones incluso en el plano espiritual, desembocarían en la singular formación del Estado dacio en tiempos del rey Burebista (ca. 88-44 a. C.). Esta potencia geto-dacia acbaría proyectando su poder por toda la Europa danubiana, balcánica, póntica y central, frenando incluso –momentáneamente– la expansión romana en la región. La alianza del primer soberano dacio con Pompeyo Magno le ganaría la hostilidad de Julio César y con él de la República romana. La muerte de Burebista y del dictador romano, ambos asesinados, pospondría el duelo entre Dacia y Roma más de un siglo. La fragmentación política del Estado dacio tras el magnicidio de su fundador, sin embargo, no impediría la continuidad de sus logros socio-culturales a todos los niveles, así como de una agenda político-militar que reverdecería a mediados del siglo I d. C.

 

trajano guerras dácicas imperio romano

Un formidable adversario. El Ejército dacio y las fuerzas aliadas por David Soria Molina

Primero fue el legado de Mesia, Opio Sabino, muerto él y derrotadas sus fuerzas en el año 85, en el suelo invadido de su propia provincia. Después, el prefecto del pretorio del emperador Domiciano, Cornelio Fusco, quien en el año 86 atravesó el Danubio con un ejército para nunca volver, en una catastrófica derrota de las armas romanas que cimentó el ascenso al trono del rey Decébalo. Incluso estando contra las cuerdas, los dacios y sus aliados fueron capaces de neutralizar a las fuerzas de ocupación romanas y de apresar a su comandante, Cn. Pompeyo Longino, en 105, a quien no le quedó más salida que el suicidio. ¿Qué clase de ejércitos permitieron a los dacios y sus aliados cosechar semejantes éxitos en campo abierto, así como vender bien caras cada una de las derrotas que los romanos les infligieron?

 

trajano guerras dácicas imperio romano

Jaque al rey Decébalo. La Primera Guerra Dácica de Trajano por David Soria Molina

Entre los años 69 y 106, el Imperio romano se enfrentó a una amenaza de primer orden contra su hegemonía sobre la Europa danubiana, la cual puso en serio peligro incluso su mera presencia en la región. Bajo liderazgo de los reyes Diurpaneo (reg. 69-87) y Decébalo (reg. 87-106), el Estado dacio había conformado un formidable entramado de aliados y vasallos –la llamada entente dácica–, con el objetivo claro de dominar el espacio danubiano y las costas occidentales del mar Negro. Alcanzar esta meta, sin embargo, pasaba necesariamente por desplazar a Roma de la región y, por lo tanto, por un conflicto directo a gran escala. Cuando el emperador Trajano (reg. 98-117) ascendió a la púrpura, la intervención en Dacia constituía, pues, un imperativo político y estratégico para el Imperio romano que, necesariamente, pasaba por la desarticulación de la entente dácica y la destrucción de su eje fundamental, el Estado dacio, con el objetivo de reordenar la geopolítica de la región en torno a una restaurada e incontestada hegemonía romana. La Primera Guerra Dácica de Trajano (101-102) supuso no solo la puesta en marcha de dicho proyecto, sino el punto de inflexión decisivo del dilatado pulso entre el poder romano y el reino dacio.

 

trajano guerras dácicas imperio romano

El Ejército romano en las Guerras Dácicas por Juan José Palao Vicente (Universidad de Salamanca)

Las fuentes literarias, el registro arqueológico y la iconografía muestran cómo el Ejército romano transformó y adaptó su equipamiento y tácticas de combate a los numerosos desafíos bélicos que se le plantearon a lo largo de toda su historia. Las dos campañas emprendidas por Trajano contra los dacios y sus aliados en los inicios del siglo II constituyen un buen ejemplo de esa capacidad de adaptación por parte de la maquinaria de guerra romana. Entre las múltiples dificultades y desafíos a los que tuvo que hacer frente el Ejército romano en sus campañas contra los dacios figuraron el armamento y las técnicas de combate de este pueblo, que ya se habían revelado muy efectivas poco tiempo atrás. En este artículo abordaremos la forma en que Roma respondió, una vez más, a los distintos desafíos que se le presentaron a sus fuerzas armadas durante las citadas contiendas contra el Estado dacio.

 

trajano guerras dácicas imperio romano

El periodo de entreguerras y la Segunda Guerra Dácica por Juan Ramón Carbó García (Universidad Católica San Antonio de Murcia)

Después del cierre en falso de la guerra en 102, con unas condiciones de paz –impuestas por Roma a los dacios– que hacían presagiar una reanudación de las hostilidades en cualquier momento, los contendientes desarrollaron una amplia actividad en preparación de lo que habría de acontecer más pronto que tarde. Mientras los romanos se empeñaban en la construcción de un enorme puente permanente sobre el Danubio, en Drobeta, Decébalo intensificó su actividad diplomática, en un intento por recomponer la entente con sus antiguos aliados y conseguir otros nuevos, a la vez que incumplía algunos de los puntos del tratado, se rearmaba y emprendía una guerra contra los sármatas yácigos, aliados de Roma. Los dacios no estaban derrotados y eran conscientes de que los romanos volverían. El carácter parcial de la victoria obtenida por las armas romanas en la guerra sentó las bases para un segundo conflicto que debía servir para resolver de una vez por todas el grave problema que suponían la existencia del reino dacio y su proyección sobre la Europa danubiana y póntica.

 

trajano guerras dácicas imperio romano

Héroes romanos de las Guerras Dácicas por Sabino Perea Yébenes (Universidad Nacional de Educación a Distancia)

Los héroes de la Guerras Dácicas de Trajano (101-102 y 105-106) se mueven, como el propio conflicto, en un marco cultural y geográfico definido por dos factores fundamentales: en primer lugar, el énfasis puesto en los programas iconográficos en la “barbarie” de los enemigos dacios y de sus pueblos confederados –quienes son retratados en los relieves de la Columna Trajana y otros monumentos, con sus ropas “étnicas” características, pobladas barbas y armas de hierro–; en segundo lugar, el protagonismo ejercido por el río Danubio como paisaje de fondo que domina el desarrollo de todas las guerras en el limes septentrional del Imperio. El Danubio –el Ister o Istros de los griegos–, su navegabilidad, el reto de cruzarlo o de dominar sus orillas, no fueron cuestiones menores, sino que constituyeron un importante problema estratégico y también un desafío a la pericia de los romanos como ingenieros. Baste recordar el puente diseñado y construido por los soldados siguiendo los planos y el diseño de Apolodoro de Damasco, descrito por Casio Dión (LXVIII.13). Al río Danubio como escenario heroico nos referiremos en estas páginas y, con él, a varios de sus más destacados protagonistas.

 

 

trajano guerras dácicas imperio romano

La Dacia romana bajo Trajano y Adriano por Radu Ardevan (Universitatea Babeş-Bolyai)

La situación de Dacia después de 106 fue resultado directo de las consecuencias de la Segunda Guerra Dácica. El reino dacio había confrontado vigorosamente y hasta el final la invasión romana, de modo que su suerte y la del pueblo dacio iba a ser la más severa prevista por la ley romana. El rey Decébalo y gran parte de la élite nativa habían perecido durante la guerra y, en cualquier caso, los miembros de la aristocracia habían perdido sus posición y poder económico; la población había quedado considerablemente diezmada y el Estado dacio había dejado de existir. Dacia y su territorio devinieron en ager publicus a disposición del emperador. Erigir una nueva y próspera provincia romana sobre este punto de partida constituyó un verdadero desafío, el cual condicionaría para siempre el futuro histórico de la región, a la par que sembraría las semillas del futuro pueblo rumano.

Lingua

SPAGNOLA

Illustrazioni

Interamente illustrato a colori

Misure

21 x 30

ISBN